martes, 15 de abril de 2014

RUTINAS DE PENSAMIENTO: RESOLVER UN PROBLEMA

RUTINAS DE PENSAMIENTO: RESOLVER UN PROBLEMA



Este cartel es utilizado por la Dra. Isabel Orjales en su programa para la intervención con niños TDAH. Personalmente, lo utilizo en las sesiones que imparto en un programa para el fomento de habilidades sociales en niños con problemas de conducta, sean TDAH o no. En cualquier caso, creo que su utilización en clase, como hacía referencia en la U.D. que he presentado, puede ayudar al niño TDAH a resolver muchos de los ejercicios que se le presentan así como servirle de guía a la hora de interactuar con los demás, sobre todo cuando surge algún tipo de conflicto. En este caso, mediante su utilización se podrían alcanzar los siguientes objetivos:

1.      Evitar la impulsividad e invitar a la reflexión.
2.      Potenciar la observación y el análisis de datos.
3.      Desarrollar el proceso de toma de decisiones.
4.      Permitir que el niño desarrolle su capacidad de razonamiento.
5.      Dotarle de una mayor organización para la planificación de sus trabajos.
6.      Fomentar la autoevaluación y la crítica constructiva.

Las rutinas a seguir para su aplicación en la resolución de tareas escolares serían las siguientes:

Paso 1: Antes de proceder, veo lo que tengo delante (sin pararme a pensar). Tengo que estar muy atento y examinar todo lo que me encuentro: presentación del ejercicio, tipo de texto, dibujos, gráficos, etc.

Paso 2: Leo el enunciado con tranquilidad y puedo servirme de un esquema para anotar todos los datos que resultan de interés. En su defecto, puedo subrayar lo que considere oportuno o destacarlo de alguna otra manera. De esta forma, sabré con mayor claridad qué es lo qué tengo que hacer, sin preguntarme todavía cómo lo haré.

Paso 3: Razono y reflexiono acerca de, sabiendo qué es lo que me solicitan, cómo lo voy a hacer. Se necesita tiempo para ello. He de estar tranquilo, no corre prisa.

Paso 4: Anoto todas las formas posibles de resolver el problema y analizo las ventajas e inconvenientes de aplicar cada una de ellas. Cuantas más opciones de solución existan, mejor.

Paso 5: Tengo que tomar una decisión. En función del análisis realizado anteriormente, tengo que seleccionar la respuesta que considere que va a resultar más ventajosa y va a tener menos inconvenientes.


Paso 6: Compruebo cómo lo he hecho (corrijo el ejercicio). Si lo he hecho bien, he de felicitarme por ello. Si no he conseguido acertar, no pasa nada: reviso lo que he hecho e intento detectar dónde se encuentra el error para no volver a caer en lo mismo la próxima vez.

En un principio, el niño ha de comprender qué es lo que debe hacer según cada dibujo. Cuando halla interiorizado cómo debe proceder según cada escena, podrá guiarse él mismo con tan sólo ver el gráfico presentado más arriba.

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